Habitualmente, las conversaciones previas en nuestro caso versan sobre "quiero hablar mejor en público", "quiero dirigir mejor", "quiero tener mejores resultados en mis relaciones",...
Estos clientes tendrían en común dos cosas:
- Buscan aprender
- Se centran en "habilidades personales" o "soft".
¿Por qué habilidades personales? Hoy, cada vez más personas son conscientes de que ésta es precisamente la habilidad clave para un excelente desempeño profesional (el éxito) y el equilibrio personal. Quien sabe dirigir, delegar, negociar, gestionar el tiempo, el estrés, priorizar,... está claro que tiene una posición de privilegio... que puede sustituir a esfuerzos heróicos e insostenibles.
El coaching es la disciplina que más conocimiento ha aunado (de muy distintas fuentes, en muy distintas tendencias) para crear una metodología con herramientas concretas para ayudar en el desarrollo de las habilidades personales, relacionales o directivas.
¿El coaching sólo ofrece aprendizaje? Para entender todo lo que aporta, veamos cómo se crea el circulo virtuoso del coaching:
- Se ayuda al cliente a aprender (desarrollar competencias) lo necesario para...
- Alcanzar las metas que se ha propuesto (sin ellas no habría la motivación suficiente), mediante un auto-aprendizaje (auto-observación - cambio) que...
- Provoca el desarrollo personal.
Lo resumiría en que el coaching es la forma más natural de aprendizaje, que atiende las distintas dimensiones de la persona.